Desde que me dedico a la formación, hace ya 25 años, he tenido mucha suerte con mis alumnos. Siempre han sido tan buenos y cariñosos conmigo. Es algo que llevo con muchísimo orgullo: saber que, además de alumnos, son amigos para siempre.

Os quiero enseñar uno de los regalos que me hicieron el último día de clase, un grupo estupendo del  Programa Integrado de Empleo de Galicia que impartí en la Confederación de Empresarios de A Coruña.

Lógicamente, ellos no sabían de mi afición culinaria ni de mis dulceríos, así que la sorpresa fue grande en ambos sentidos.

¡Me emocioné tanto! Siempre me emociona sentir que han dedicado parte de su tiempo y recursos en organizarme estas sorpresas. No es necesario. A mí, con su cariño y sonrisa diaria me tienen ganada. De verdad, me aportan tanto como persona. No os imagináis!

Un beso a todos

Comentaros que la galleta la encargaron en Praliné en A Coruña