¿Qué tal lo estáis llevando? Y, sobretodo, los que tenéis niños, ¿cómo lo están viviendo? A mí me dan mucha penita. Pienso en lo que debe de estar pasando por esas cabecitas y cómo reaccionarán cuando esto vuelva a la «normalidad». Está claro que todos pagaremos las consecuencias de esta situación: sea laboral, económica o psicológicamente. Pero, ¿y esos peques? A mí junto con los mayores son los que más me preocupan.

 

Bueno, vamos a cambiar de tema porque me entristezco mucho y no quiero y, ya que venís a verme para distraeros y mirar alguna recetita, vamos con una. Y una fácil, fácil. De esas de

nivel principiante

Preparar estos hojaldres es la cosa más sencilla del mundo. Teniendo una crema pastelera fría, simplemente estiramos, cortamos, rellenamos, cerramos y horneamos. Además admiten variaciones: con compota de manzana, mermelada, cabello de ángel, etc.

Yo he usado una plancha de hojaldre sin gluten y me ha dado para 4 unidades utilizando un cortapastas grandecito. Si optáis por hacer más cantidad, con utilizar un cortapastas más pequeño, listo.

 

INGREDIENTES:

  • 125 ml. de leche

  • 30 gr. de azúcar

  • 12 gr. de almidón de maiz

  • 1 yemas de huevo

  • Palo de canela, piel de naranja y limón

  • 1/2 cuchara de mantequilla

  • 1 plancha de hojaldre sin gluten

 

ELABORACIÓN:

  • Calentamos hasta hervir 100 ml. de leche junto con 25 gr. de azúcar, canela y las pieles de limón y naranja.

  • Batimos la yema de huevo con el resto del azúcar hasta que blanquee.

  • En un recipiente desleímos el almidón de maíz en 25 ml. de leche y lo añadimos a la mezcla de la yema e integramos bien.

  • Incorporamos a la leche infusionada (yo la paso por un colador) y removemos sin parar, para que no se formen grumos, a fuego medio.

  • Cuando haya cogido cuerpo, retiramos del fuego y añadimos la mantequilla y removemos bien.

  • Vertemos en un recipiente y tapamos con film transparente para que no forme costra mientras enfría.

 

  • Estiramos la plancha de hojaldre. Cortamos con ayuda de un cortapastas o un vaso. Ponemos un poco de crema pastelera fría y tapamos con el otro círculo de hojaldre sellando los bordes con huevo batido. Pinchamos el hojaldre para que no crezca. Pincelamos toda la superficie con el huevo y espolvoreamos con azúcar para que, al hornear quede el hojaldre crujiente.

 

 

  • Horneamos siguiendo las instrucciones del fabricante y dejamos enfríar sobre rejilla.

Yo he aprovechado un poco de crema pastelera sobrante para emplatar.

 

Quedan riquísimos y tan crujientes, con ese azuquitar por encima. Os recomiendo que los hagáis porque son sencillos y triunfáis fijo. Y, si optáis por hacerlo con gluten, cambiad el hojaldre.

 

 

Espero que os animéis a hacerlos. Cuidaos.