*Foto destacada de Óleo Bristot

Hace unos meses mi amigo Manuel Ángel Garea de Pastelería Trisquel de Melide, me habló de Verónica Sánchez. Me recomendó que me pasara por el restaurante del Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela y probara su cocina. Así hice, porque las recomendaciones de Manuel siempre son aciertos.

 

No es frecuente poder comer, en Santiago de Compostela, en un museo. Es más, creo que es el único de la ciudad que tiene cafetería. Y, mucho menos habitual hacerlo con calidad. Esto, fue lo primero que me sorprendió: la calidad del producto que trabaja Verónica. A continuación, la calidad de las propuestas (no hay que olvidar que estamos en un museo) y por último, la cantidad (algo que últimamente tiende a reducirse en los llamados «menú del día»)

Agradecí a Manuel la recomendación que nos satisfizo y sorprendió mucho y, prometimos regresar e incluirlo en nuestra lista de imprescindibles en Santiago de Compostela. Con una clientela variada entre turistas, visitantes del museo y mucho intelectual compostelano, así como gentes de las artes escénicas del país.

Verónica y Manuel Garea

En Marzo, acudí de nuevo, en este caso invitada por Manuel, uno de esos días en los que le ayudé en los talleres de cocina para el ANPA del Colegio La Salle (que está al ladito del CGAC), para conocer en persona a Verónica. Ambos me dieron la noticia de que, en breve, se iba a hacer ella,cargo de la gestión de la cafetería/restaurante. 

A este día corresponden las siguientes fotos.

 Crema de queso de cortesía

 Brocheta de cortesía

Chipirones en su tinta

Ensalada completa

Merluza con gran acompañamiento

Secreto ibérico

Flan de queso y bizcocho de zanahoria especiado y brownie

Para ser un menú, no me negaréis que está muy, muy bien y completito.

Pues bien, la semana pasada, volvimos para ver qué tal marchaba, ahora ya en manos de Verónica, el bautizado como OLEO Bistrot. Estupendo, estupendo, estupendo. 

La cocina de Verónica se empapa, en primer lugar de gran formación. Ha pasado por los mejores restaurantes nacionales y por la cocina del Chef Jacques Maximin en Francia. Hay una cuidadísima preocupación por la materia prima y destaca la ausencia de elementos artificiales en la cocina (no os encontraréis ningún tipo de concentrados en polvo, etc….cocina natural en estado puro).

Además de la crema de queso de cortesía, yo elegí la Crema de Guisantes con Berberechos buenísima y unas sardinas (que me apetecían mucho y estaban recién llegadas del mercado). Amplia ensalada para acompañar y una Tarta de arroz con leche.

Os recomiendo, sin duda alguna, probar el OLEO Bistrot por la cocina, por la tranquilidad de la sala, presidida por el enorme ventanal que da a la entrada del Parque de Bonaval y al Museo do Pobo Galego y, porque la visita a un museo en Compostela, se acompaña, ahora, de sabor culinario.

Como broche final, la fantástica terraza invita a saborear cada momento y a disfrutar del tiempo sin prisa.

foto Oleo Bistrot

El OLEO Bistrot se encuentra en la Rúa Valle Inclán, 2

Abierto de martes a domingo en horario del propio museo CGAC (11.00-20.00)

Menú semanal: 13.50€
Medio menú: 8.50€
Menú fin de semana: 15.00€
Medio menú: 9.50€ 

Mis amigos celíacos también son bien recibidos. Verónica no emplea rebozados ni espesantes y, la gran mayoría de sus elaboraciones son aptísimas.

Como anécdota: no hay patatas fritas, ni falta que hace. Los gajos de patata del Oleo Bistrot son riquísimos.