No quiso marchar sin que le enseñara a hacer magdalenas

Queridos todos y todas, 

Sí, lo sé. Sé que os debo una explicación por este mes de parón cocineril. Y, como alcalde vuestro que soy, os la voy a dar. Bueno, esto es lo que más o menos decía el inolvidable Pepe Isbert en Bienvenido Mr Marshall. 

Yo cambiaría el pueblo castellano por mi cocina y al querido Mr Marshall por mi, ya, buen amigo Stabri.

Para aquéllos que no lo conozcáis, pinchad en su nombre y os ponéis al día y, para aquellos que soñais con tenerlo en vuestras manos, pues envidiad un poco las horas que disfruté en su compañía.

Este mes de intenso trabajo como formadora, he tenido que dejar un poco de lado la cocina. Todo no se puede tener y, en mi caso, no he tenido tiempo ni para mi (mirad cómo se nota mi cara de agotamiento) ni para los míos. Me he dedicado en cuerpo y alma a mis alumnos y a sacar adelante un reto que parecía imposible.

Pero tanto esfuerzo se ha visto recompensado con la tarde que pasé al lado de Stabri. En breve subiré a su página y a mis blogs el reportaje visual porque no tiene pérdida.

Y ya que tengo la vena cinéfila subida me despido con un Regresaré, que decía otro grande en envergadura….

Muacs dulces y gracias por vuestro apoyo siempre