Los que me seguís por Instagram, me pedisteis mucho que publicara la receta de esta maravilla. Y, como vuestros deseos dulces son órdenes para mí, aquí la tenéis.

Está feo que diga yo que está buenísimo, pero si no lo digo, está peor. Ha quedado un mega muffin tan rico, tan adictivo que, esta receta, va a pasar a estar en primera línea para los próximos regalos que tenga que hacer. Cuando me inviten o tenga que hacer un detalle, fijo que va a ser esta ricura.

 

 

Ya ni os cuento cómo va la vida, el confinamiento y todo lo que estoy haciendo. Me voy a centrar en el pastelote y punto. Tengo muchas ganas de que lo hagáis y me lo enseñéis.

¡Vamos al lío!

 

 

INGREDIENTES:

  • 2 cucharaditas de zumo de limón

  • 1/2 taza leche entera a temperatura ambiente

  • piel de 1 limón rallada bien finita

  • 1 taza de azúcar + 1 cucharada

  • 2 tazas de harina ( yo uso mi mezcla sin gluten. Si la hacéis con gluten, la misma cantidad)

  • 2 cdtas. de levadura química

  • pizca de sal

  • arándanos azules en cantidad al gusto. Yo debí de usar como unos 3 puñados

  • 125 gr. de mantequilla

  • 2 huevos grandes a temperatura ambiente

  • 1 cdta. de extracto/puré de vainilla

 

 

ELABORACIÓN:

 

  • Precalienta el horno a 180º.

  • En primer lugar haremos el suero de leche. Para ello, pon juntos, en una taza, la leche y el zumo de limón, y deja que cuaje.

  • Por otra parte, mezcla la piel de limón y una cucharada de azúcar. Esa será nuestra cobertura. Yo lo hago con los dedos para que quede bien integrado todo.

  •  En un recipiente, mezcla los ingredientes sólidos: harina, levadura, bicarbonato y sal (mejor támizalos).

  • En otro recipiente, cubre con un poco de harina los arándanos (después de haberlos lavado y secado, claro está).

  • En un bol crema la mantequilla y el azúcar a velocidad media durante unos 3 minutos (si te ayudas de un robot amasador, hazlo con el accesorio «pala»).

  • Baja la velocidad y añade los huevos uno a uno. Espera a que se integre bien el primero antes de agregar el siguiente.

  • Añade la vainilla y mezcla.

  • Con la máquina a baja velocidad, ve añadiendo un tercio de la mezcla de harina, la mitad del suero de leche, otro tercio de la harina, la otra mitad del suero de leche y, finalmente, el resto de la harina.

  • Agrega los arándanos con cualquier resto de harinas que quedara en el recipiente en integra con una espátula.

  • Rellena el molde y esparce la mezcla de limón y azúcar reservada.

  • Hornea de 30 a 35 minutos (en el caso de que optes por hacerlo en cápsulas individuales con unos 15 minutos será suficiente).

 

Como podéis ver, el molde en el que lo he hecho es ideal para regalar. Lo entregas tal cual, y cuando lo presentan, con tan sólo cortarlo por la línea marcada nos queda así de vistoso para presentarlo en la mesa.

 

 

 

Lo he acompañado de una quenelle de nata montada y una salsa de arándanos que hice mientras se horneaba: arándanos, agua con una pizca de almidón de maíz, unas gotas de zumo de limón y azúcar.

 

Una deliciosa propuesta que nos vale tanto para desayunar, merendar o regalar y quedar como el mejor anfitrión o invitado.

 

Espero que os animéis a hacerlo. Cuidaos.