Hoy es 27 de mayo, día en el que se celebra el Día Nacional del Celíaco. Como muchos sabéis, la celiaquía e intolerancia al gluten es una realidad con la que convivo y, el ir haciendo cada vez más propuestas sin este, me ha enseñado un montón.

Todavía queda un largo camino por recorrer en esta lucha que muchos otros han comenzado antes que yo. Por ejemplo, necesitamos que los precios de los productos sin gluten estén al alcance de todos

SOMOS CELÍACOS, NO MILLONARIOS

Otro tema que siempre sale en conversación, es el poder comer fuera, merendar o simplemente, pasear, pasar por una pastelería y poder comprar un croissant, una palmera, poder tapear,… Cada vez son más las opciones que se ofrecen en restauración, y no imagináis lo que se agradece poder comer algo que no sea una ensalada o un filete a la plancha. En mi ciudad, somos afortunados porque hay muchos restaurantes que nos contemplan y tienen propuestas muy interesantes, pero ello no quita que lleve en el bolso un snack, un panecillo o unas galletas por si…

Cuando pienso en dulce, que es algo que hago unas 95 veces al día, me siento feliz porque, desde hace unos cuantos años empecé a cocinar sin gluten para los otros miembros de mi familia con esta enfermedad, y ahora, puedo hacer casi de todo sin que haya mucha diferencia en el sabor o textura con respecto a lo glutanero. Con una buena combinación de harinas y almidones se puede reproducir al 90% las elaboraciones glutaneras y no morir en el intento. Buena prueba de ello, son todas las entradas que tengo publicadas, que están probadas y requeteprobadas y las toman celíacos y no celíacos y gustan por igual.

No me voy a extender más, pero para todos los celíacos e intolerantes, ánimo, seguid siguiendo la dieta estrictamente. Es nuestra única medicina y nuestra salud va en ello. No hay más opción. Y disfrutar se puede disfrutar también, si no, mirad este brazo merengoso que está de vicio. Ay Omá, pecado absoluto!!

 

INGREDIENTES:

Para la plancha de bizcocho:

  • 2 huevos

  • 75 gr. de azúcar

  • 75 gr. de harina de arroz

Para la crema pastelera:

  • Pincha aquí para ver la receta y cómo la hago

Para el almíbar para calar el bizcocho:

  • 100 gr. de agua

  • 50 gr. de azúcar

Para el merengue:

  • 2 claras de huevo (las que nos quedan de los huevos que hemos usado para la crema pastelera)

  • 110 gr. de azúcar

  • Fresas para decorar

 

 

ELABORACIÓN:

  • Precalienta el horno a 160º.

  • Bate los huevos y el azúcar con las barillas hasta que cremen.

  • Añade la harina tamizada y une con la ayuda de una espátula con movimientos envolventes.

  • Vierte en una placa de horno cubierta con papel de hornear y cuece unos 12 minutos.

  • Retira del horno y vuélcala sobre un paño húmedo y dále la forma de rulo. Deja enfríar.

  • Desenvuélvelo y cala con el almíbar.

  • Cubre con la crema pastelera y enrolla de nuevo. Puedes cortar un poco los extremos para que queden iguales.

  • Pepara el merengue: pon al baño María las claras y el azúcar hasta que alcancen 55º o hasta que veas que el azúcar se ha disuelto. Entonces, pásalo a un robot con las barillas o bátelo tú con ellas hasta que quede brillante y se haya enfríado. Pásalo a una manga pastelera y decora el brazo. Si tienes un soplete de cocina, dále caña para tostarlo un pelín y decora al gusto con las fresas o con la fruta que más te guste, granillo de almendras, fideos de chocolate, etc.

Como este brazo lo hice para llevar de regalo, no tengo fotos del corte. Pero, si queréis ver cómo queda, pinchad aquí. Y si lo que queréis es que os enseñe cómo hacer esta elaboración o otra sin gluten, contactadme.

Espero que os animéis a hacerlo. Cuidaos.